viernes, 25 de febrero de 2011

Quién miente

Hoy en la combi camino al trabajo me pasó algo que me dejó pensando el resto del día. El cobrador me pidió el pasaje y yo le di 1 sol. Y me dijo: "es 1.20" y yo le respondí: MEDIO (es decir, pasaje universitario, que es 1 sol). Al segundo me dijo: "muéstreme su carné". Y le contesté: "ay señor, ni modo que le mienta" y se lo mostré desganada porque tuve que revolver mi cartera para encontrarlo y enseñárselo.
Entonces me di cuenta de algo, ¿tan grande es la desconfianza de la gente? O dicho de otra manera, ¿se sabe quién miente y quién no?

Si yo no le mostré mi carné al cobrador fue porque que yo pago universitario y que no estoy mintiendo. Pero el señor... ¿cómo sabe que no estoy mintiendo? La verdad es que nunca se podrá saber si se está escuchando la verdad o si tal vez uno está siendo engañado.
¿Cómo hacerle entender a la gente que uno está diciendo la verdad? ¿Cómo hacerle entender al cobrador que no estoy mintiendo y que efectivamente yo pago medio pasaje? ¿Cómo aprender a decir la verdad siempre? Si se desconfía ahora es porque antes alguien mintió.

¿Se miente sólo para ocultar la verdad? ¿Se miente por nervios, se miente por apuro, se miente por compromiso, se miente por costumbre? ¿Un vaso medio vacío o un vaso medio lleno? ¿Verdad a medias = mentira?
No se sabe por qué, pero se miente. Cuando cedemos el asiento reservado, ¿lo hacemos por voluntad propia o porque tenemos un afiche pegado en la ventana del lado izquierdo que nos ordena hacerlo? ¿Mentimos al ceder el asiento reservado? ¿Mentimos al saludar por las mañanas a la gente que pasa por tu oficina? ¿Una estadística es mentira porque no es del todo verdad?

Lo cierto es que no hay un radar que vibre, suene o se prenda de algún color cuando alguien no nos está diciendo la verdad. Y aunque la palabra confianza haya perdido su valor y se haya vuelto casi inalcanzable, es eso lo que nos permite convivir.
Yo sé que no estoy mintiendo al contarles mi experiencia pero ustedes no lo saben.

No hay radar. Solo hay confianza. ¿Me creen?



viernes, 18 de febrero de 2011

El prólogo de la vida

Toda obra de teatro tiene un prólogo, un origen, un pasado. La vida -tu vida- también lo tiene. Un prólogo siempre da pie a algo nuevo, nunca se retrocede después de leer uno. Tus acciones pasadas, las palabras que dijiste -y las que callaste-, las personas con las que te juntaste, las cosas que te hicieron reír y las que te hicieron llorar, las cosas de las que te arrepentiste y las cosas que volverías a hacer... todas son parte de tu prólogo. Cuando lean tu historia, este solo servirá como maestro. Lo que hace buena tu obra de teatro, tu vida, es el presente.

"Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá." (Harold MacMillan)
Hoy puedes hacer todo lo que no hiciste nunca y remediar todo lo que hiciste antes. Hoy puedes hablar o callar si lo deseas. Hoy puedes redactar tu nuevo prólogo para mañana.
El pasado le pasa la posta al presente pero no lo pierde de vista.

Por eso, toma al pasado como un padre y al futuro como un hijo. Y hoy aprende de tu pasado, actúa tu papel en el presente y léele un buen prólogo a tu futuro.

lunes, 14 de febrero de 2011

No alcanza

Tener pies, no alcanza para saber caminar. Tener brazos, no alcanza para saber abrazar. Tener ojos, no alcanza para saber mirar.
Hay que hacerlo. Hay que caminar, hay que abrazar y hay que mirar. No solo hay que ver.
Se ve con los ojos, pero se mira con el corazón.
Todos nos ven. Y nosotros vemos a todos. Pero ¿a quiénes miramos? y ¿quiénes nos miran? Ellos nos aman. Solo los que nos miran caminan con nosotros y no solo con sus pies; y, llegado el final, nos abrazan con el alma.
No alcanza que alcance, siempre se puede dar más.

jueves, 10 de febrero de 2011

Si no...

La verdad es que...
Si no quisiéramos llorar, no fingiríamos reír
Si no tuviéramos tantos defectos, no nos fijaríamos tanto en los de los otros
Si no existiera la desigualdad, no habría envidia ni codicia
Si no supiéramos abrazar, nos abrazarían
Si no escucháramos a los demás, nadie nos escucharía a nosotros
Si no sintiéramos el pensamiento, tampoco pensaríamos el sentimiento
Si no fuéramos nosotros mismos, seríamos todos
Si no fuéramos lo que queremos ser, seríamos lo que otros quieren que seamos

Si no supiéramos reír, no podríamos soñar
Si no pudiésemos soñar, no nos gustaría vivir
Y la verdad es que si no nos gustara vivir,
ya no estaríamos acá.


En el fondo todos tenemos algo que nos mantiene vivos, que nos hace disfrutar la vida.
¿Cuál es tu razón de vivir?

sábado, 5 de febrero de 2011

El primero

Sesenta personas delante mío, probablemente treinta atrás de mí. Ya había llegado y ya no había marcha atrás. El sol se hacía notar cada vez más intenso y casi todos intentaban conseguir un poco de aire moviendo aquello que tuvieran a la mano. Yo: mi bolso blanco de siempre, un pantalón ancho, un polo negro, media cola y llena de pulseras y pitas en la muñeca. Mirada nerviosa pero cuerpo relajado. Mente concentradísima. La cola avanzaba lentamente pero yo no sentía nervios. Todos nos mirábamos y analizábamos... "Puede ser que ella sí la haga", "ese ha venido a perder tiempo" seguramente pensaban (me incluyo).

Entramos al canal. Tomé varios sorbos seguidos de agua como si no fuera a beber nada nunca más. Casi me acabo la botella. Ahora sí estaba nerviosa. Todo lo demás no se hizo esperar; de hecho, fue muy rápido. Nos dieron una ficha de datos para completar y un diálogo que teníamos que interpretar en parejas. Me tocó con una chica que recién había llegado de Huancayo, exclusivamente para esto. Ella estaba igual o más nerviosa que yo. Pero no lo demostramos. Ensayamos unas cinco veces en la cola hasta que por fin nuestro turno llegó.

A partir de acá todo pasó como un rayo. Más rápido que antes. Caminé hacia el cubículo donde se llevaría a cabo mi audición. Una cámara, un micrófono, un actor peruano y una asistenta llenaban el espacio junto con nosotras.
Me pidieron que me presentara ante la cámara. Lo hice. Luego vino el "3,2,1 ACCIÓN!" y todo se resumió a ese minuto frente a la cámara interpretando mi diálogo.
Salí del canal. Respiré. Me acabé la botella de agua.
Creo y espero haberlo hecho bien.. muy bien... fue mi primer casting.