jueves, 27 de enero de 2011

Hacer lo tuyo, hacerlo tuyo

Cada loco con su tema, eso es cierto. El cocinero a la cocina, el zapatero a los zapatos, el escritor a sus libros. Saber qué es lo tuyo, en muchos aspectos, es fácil. Analizas qué es aquello en lo que eres bueno. Pero no siempre nos gusta eso en lo que somos buenos; en otras palabras, falta la pasión. La pasión está en todo lo que deseas. Eso es lo único complicado de elegir qué es lo tuyo. Muchos no encuentran nunca su pasión en la vida y hacen las cosas "en las que son buenos" pero no las cosas por la que sienten pasión. Encontrar tu pasión te equilibra, te libera y te alivia. Sabes quién eres, de dónde vienes y a dónde vas. La pasión te plantea metas, una tras otra. Te esforzarás por ser el mejor cocinero y no simplemente por ser un cocinero. Te esforzarás por ser un gran artista, porque no hay artistas intermedios.
Conocer tu pasión, en muchos sentidos, te cambia la vida. No hay mejor sentimiento que aquel que se siente cuando estás haciendo lo tuyo, cuando estás donde deberías estar. Hacerlo tuyo también forma parte de este proceso, aunque no es lo mismo. Hacerlo tuyo significa profundizar aquello por lo que sientes pasión, superarte, investigar, hacer tuya esa pasión.

Se puede no tener suerte en muchísimas cosas, pero oigan... si encontraron su pasión, considérenlo un milagro. No mucha gente tiene esa suerte. El éxito no está en las ganancias, no está en la fama. El éxito no es algo que se logra. El éxito es hacer lo que te gusta... todos los días por el resto de tu vida.

lunes, 24 de enero de 2011

Fuerte

La vida es un baile, a veces guiamos y a veces seguimos. Para aprender a ser fuertes, hay que ser fuertes. Sonreír cuando las lágrimas te rueguen salir, cantar cuando ya no tengas voz, ayudar cuando seas tú el que necesite ayuda... hay que buscar entender antes de ser entendido. Hay que ofrecerle un abrazo a alguien por más que lo necesites tú. Ser fuerte no da pena, ser fuerte es perdonar, es esperar aun cuando se sabe que no hay regreso. Es consolar cuando se necesite consuelo, es callar muchas veces, es tener esperanzas.

"Se ve tan fuerte, parada ahí, sonriendo. Pocos saben que anoche se acostó llorando."

martes, 18 de enero de 2011

Ser feliz

No creo que exista un concepto establecido de lo que todos llaman "felicidad". Si me preguntan, la felicidad son momentos y, como momentos, finitos. Uno no es feliz toda su vida, es feliz por momentos. Tampoco se tiene una "vida feliz", se tiene una vida con momentos felices. Estar con quiénes uno debe estar, eso es felicidad. Estar en donde uno debe estar, eso también es felicidad. Sonreír, cantar, actuar, bailar, escribir, jugar, pintar, caminar, saltar, correr, ayudar, vivir... eso es felicidad. Estar aquí ya debería sacarnos una sonrisa.
Y sí, claro que se puede aprender a ser feliz. Yo ya soy feliz de aprender.

"Te conozco y porque te conozco, te elijo; y porque te elijo, te acepto; y porque me aceptas, soy feliz." - Casi Angeles.

domingo, 16 de enero de 2011

Del libro "Brida" de Paulo Coelho:


"Ni siquiera en lo más importante de su vida, el amor, había conseguido ir hasta el final; después de la primera decepción, nunca más se entregó por completo. Temía el sufrimiento, la pérdida, la inevitable separación. Claro, estas cosas estaban siempre presentes en el camino del amor; y la única manera de evitarlas era renunciando a recorrerlo. Para no sufrir, era preciso también no amar."


"No existe nada completamente errado en el mundo. Hasta un reloj parado consigue estar acertado dos veces al día."


"No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros."

martes, 11 de enero de 2011

El artista

Dicen que los pintores, actores, escritores, cantantes, bailarines están locos. Quizás no se equivoquen.
Hace tiempo yo me di cuenta que no veía lo que los demás veían y me descubrí como una chica que pinta de colores aquello que otros ven negro. Me di cuenta que camino por la pista cuando otros prefieren hacerlo por la vereda. Me di cuenta que puedo ver cosas que todavía no existen y que soy capaz de crear. El artista, ante todo, crea.
No sé si esto es bueno o malo, pero me encanta.
Oscar Wilde dice que ningún gran artista ve las cosas como son en realidad y que, si lo hiciera, dejaría de ser artista. Ver las cosas tal y como son, no siempre significa verlas correctamente. Tal vez los que las vemos distinto, las vemos mejor. Por ver quiero decir, en realidad, mirar.
El arte es una pausa eterna que me permite quedarme en un mundo donde todo es factible. Un mundo donde la buena locura y el raciocinio sí pueden ponerse de acuerdo.

Más específicamente, el teatro me ha hecho cambiar. Me ha hecho mejor. El teatro es disciplinado pero divertido. El teatro te permite gritar solo si sabes callar. Te permite aprender y enseñar. Te permite transmitir culturas, pensamientos, personajes, épocas, espacios. Una vez escuché que "la vida es un obra de teatro que no permite ensayos. Por eso ríe, canta, baila, ama sin miedo a sufrir ni a estar solo y vive intensamente cada momento antes de que el telón se baje y la obra termine sin aplausos." Esa frase se convirtió en la razón por la que ahora adoro el arte y, por lo tanto, adoro la vida.

La gente nos mira como si fuésemos bichos raros. No entienden por qué un artista siente antes de razonar. Y es que para entender a un artista, hay que ser uno. Sin embargo, no es necesario creer en lo que dice un arista, sino en lo que hace. Por eso es que una pintura, una canción, un baile, una obra de teatro o un libro caen mucho mejor que el autor o actor.
Yo no me considero una artista, pero amo y entiendo el arte.
Cuando estoy ahí, a segundos de salir a escena, me tiembla el cuerpo y se me hace un nudo en la garganta. Pero no cambiaría ese sentimiento por nada del mundo. Me gusta todo lo que supone actuar: la práctica, el sacrificio, el cansancio, la repetición del guión, la puesta en escena, los ensayos, el trabajo en equipo, las luces, los nervios,el telón, los aplausos... y me gusto yo ahí. Parada frente al público. Y ellos sentados frente a mí.
En esto que me encanta hacer, no vivo una vida... vivo muchas.



lunes, 10 de enero de 2011

"Más que los actos de los malos, me horroriza la indiferencia de los buenos. Nosotros mismos debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo. Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga." - Mahatma Gandhi


Así que ya saben, ¡¡ sean el cambio que el mundo necesita !!

domingo, 9 de enero de 2011

El hombre perfecto

Ayer a las 2:30 de la madrugada, camino a mi casa después de una reunión, el sueño se apoderaba de mí pero no podía dormir porque el carro daba muchas vueltas. En vez de eso, me puse a pensar. Las mujeres nos pasamos toda la vida esperando al hombre perfecto: ya lo tenemos en nuestras cabezas estereotipado. Es posible que muchas de nosotras incluso coincidamos en este modelo de hombre, es decir, que mi hombre perfecto tenga las mismas características que el de muchas otras. De ahí parte el problema.

Tal vez la denominación "hombre perfecto" está mal de arranque. Tal vez, según yo, lo que corresponde a cada mujer no es un hombre perfecto, sino un hombre indicado. ¿La diferencia? El hombre perfecto es de todas las mujeres (o de la mayoría) mientras lo imaginen igual. El hombre perfecto no es solo mío, no es de ella... es de todas. El hombre perfecto, al fin y al cabo, es eso: perfecto. Y, seamos claros, la perfección en persona no existe. Si tomo estas premisas como ciertas, puedo decir que el hombre perfecto no existe. O, paradójicamente, existe para todas.
El hombre indicado, en cambio, es para cada una. El hombre indicado será el que me entienda a mí más que a cualquier otra, será la persona cuyas características encajen en el rompecabezas de mi vida, será el hombre que pueden querer muchas, pero que me corresponde a mí. Cuando aparece el hombre indicado, entonces, desaparece el hombre perfecto.

Lo bueno de esta conclusión a la que llegué hoy por la madrugada es que entendí (y espero hacer entender a muchas) que todas tenemos un hombre indicado y que no es el hombre perfecto el que nos hará felices. Lo malo es que el hombre indicado es mucho más difícil de hallar que el hombre perfecto. Como dije antes, el hombre perfecto está en todas partes y está con todas. Besa a todas, sale con todas, rescata a todas, abraza a todas, toma de la mano a todas, viaja con todas, etc. Está al alcance de todas y existe tanto para mí como para la chica que en estos momentos acaba de cruzar la calle de la esquina (completa extraña); y es muy fácil de encontrar este tipo de hombre (en fiestas, reuniones, centros comerciales, calles, playas...) El verdadero problema, que casi todas tenemos pero que llamamos "el problema de no encontrar el hombre perfecto" es, en realidad, el problema de no encontrar el hombre indicado.

Y aquí viene mi segunda conclusión disfrazada de consejo: Las cosas buenas llegan para los que esperan. Cuando menos lo pienses, llegará el momento en que sientas que tu rompecabezas está completo y que, además, tú completas el de alguien. Cuando esto suceda, ese alguien se habrá convertido en tu chico indicado.

jueves, 6 de enero de 2011


La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda. Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos. (Bertrand Russell)
Lo único que no te va a gustar de la vida es que te va a parecer demasiado corta. (Anuncio Coca Cola)